jueves, 18 de julio de 2013

Dicen que los perros se parecen a sus dueños...


Querida ex dueña. 
A ya casi tres meses de que me abandonaste, o como queda mejor decirlo "me diste
en adopción", quiero agradecerte el favor que nos hiciste a ambos.
Soy felíz, por primera vez en siete años tengo quien me quiera, quien juegue conmigo
y esté orgulloso de mí.
Quien me diga algo más que "salí" e "hijo de puta".
Quien disfrute acariciarme, me mire a los ojos y se sienta acompañado.
Sé que he sido una carga para vos. 
Pero perdé cuidado, también fuiste lo peor que me pasó.
Mientras vivimos juntos no me daba cuenta, no sabía que había otra vida,
en realidad, no sabía que había vida.
Mi temperamento excesivamente alegre, suplicante de afecto y atención,
sé que te ha mortificado todos estos años.
Siempre me supe un reemplazo de "tu perro", como llamabas a tu amado Ayax,
ese que no conocí más que por tus palabras, ese negro gordo y hermoso,
ese osito cariñoso del que siempre le hablabas a las visitas comparándolo
con este otro juguete muestra gratis de perro, como me llamabas.
Nunca sentí celos de él, en realidad hasta aprendí a quererlo a través de 
tus recuerdos.
Quizás él se parecía mas a vos. Taciturno, dominante, pensante, inteligente. 
Al menos así me lo imagino y así te ví siempre a vos.
Sé cuánto lo lloraste cuando murió.
Sé cuánto te alegraste el día que me conseguiste un nuevo dueño.
Quizás él te representaba mejor que yo, o te identificabas más con su
modo de comportarse.
Pero no es menos cierto que también tenés en común conmigo cosas
que te ví sacar afuera con tu pareja: juguetona, alegre, suplicante de amor,
expectante de la mirada y  la aprobación de quien era "tu" dueño.
Quizás también por eso, cuando "tu" dueño te abandonó,
sentiste ese rechazo hacia mí, porque yo represento esa otra parte tuya
que fué rechazada.
Querida Nayru, ha sido lo mejor para los dos, no lo dudes.
Dicen que los perros se parecen a sus dueños.
Yo creo que es al revés, que  los dueños buscan perros que se les parezcan.
O al menos perros que tengan las cualidades que ellos quieren pensar
que les son propias.
Pero vos no me buscaste, yo fuí el regalo consuelo que invadió
tu dolor por la pérdida de aquel otro que sí querías, aquel otro
que sí llamabas tu perro.
No te guardo rencor, pero tampoco tengo lindos recuerdos de nuestro
tiempo juntos. Fueron siete largos años. 
Siete años de buscar tu mirada, tu compañía, de romper cosas
que sabía importantes para vos, sólo para que aunque sea me pegues,
me prestes anteción.
Muchas veces te ví actuar de ese modo con tu pareja.
Sabrás entonces de sobra lo que se siente.
En fin, espero que estés disfrutando de tu jardín, que ahora supongo
inmaculado, del silencio al llegar a tu casa sin el ajetreo de mi presencia,
de la tranquilidad de salir al patio y que nadie te implore una caricia,
una mirada, un poquito de amor.
Sé felíz Nayru, tanto como yo  lo estoy siendo.
Saludos,
     
                                  Facundo Von Dogger.
                                  tu ex perro.


2 comentarios:

  1. Posteo duro, el suyo. Una vez, hace muchos años, me enamoré con locura de un muchacho que bebía los vientos por su ex. Qué no hizo por ella, hasta llegar a su balcón... ¡desde el lado de afuera! porque no le atendía ni el teléfono ni el portero (no eran épocas de celulares o mails). Yo no sé si estaba enamorada de él o de cómo él la amaba a ella, era todo un poco confuso. El tema es que acepté el papel de suplente. Feúcho, no me tomaba de la mano en la calle por las dudas nos viese algún amigo de ella.

    Y un día, un día más triste que los otros, me dijo que yo le recordaba a un perrito plañidero. Plañidero de amor, se entiende. Ah, sí, y que era frágil como el papel celofán.

    "¿Qué es lo que te gusta tanto de él?", me preguntó una amiga que secaba mis mocos. "Que es tan artista", contesté. "Dalí también. Pero vos, ¿te casarías con Dalí?"

    Me quedé pensando, su perro/perro... ¿no le destrozaba el jardín? Lo siento, pero si nunca le destrozó el jardín, no era un perro/perro.

    ResponderEliminar
  2. De qué nos enamoramos cuando nos enamoramos. Y otra, lo primero que nos enamora es casi siempre lo primero que después nos duele/ molesta/ lastima del otro, no?

    ResponderEliminar